Posiblemente tuvieras una en casa en aquella época , aún recuerdo su olor mmmmm a fresa.
O unos percheros de peluche que no podía faltar en cada habitación.
Como hemos cambiado…
Lo que no cambia es nuestra ilusión y nuestras ganas de trabajar.
Nos alegra y motiva todo el amor e ilusión que han regalado nuestros peluches.
La ternura que nos ha generado que padres buscaran con desesperación el peluche que había extraviado su bebe que solo podía dormir con el.
Por todas estas cosas esperamos seguir atendiendo vuestros deseos.